Escaneado del vestíbulo de la cueva del Pindal para reproducir su imagen en tres dimensiones.
La novedad de este sistema es la integración de técnicas como láser escáner o fotogrametría, siendo muy práctico por ser cuevas en condiciones ambientales muy duras. Los trabajos realizados permiten que los discapacitados, por ejemplo, puedan verla como si las recorrieran estando allí mismo, permitiendo hacer un recorrido virtual de todo su entorno, ya que la mayoría está cerrada al público.
Pueden llegar a servir de alternativa a los técnicos de Arqueología a partir de la cartografía.
Poner al alcance del público en general y de los técnicos en prehistoria y arqueología en particular más de una veintena de cuevas prehistóricas a partir de un viaje virtual por sus entrañas, es el objetivo del proyecto liderado por el Grupo de Investigación Tecnologías de la Información para la Documentación del Patrimonio (TIDOP) de la Universidad de Salamanca (USAL). A la cabeza del mismo se encuentra el investigador abulense Diego González Aguilera, doctor en el Área de Ingeniería en Cartografía, Geodesia y Fotogrametría.
González Aguilera y otros cuatro miembros del equipo han trabajado para conseguir la documentación métrica integral y la reconstrucción en 3D de una veintena de cuevas del Oriente Asturiano durante cinco años. La crisis económica ha paralizado momentáneamente una iniciativa que ya ha operado en cinco de estas grutas, gracias al convenio suscrito con el consorcio para el Desarrollo Rural del Oriente de Asturias.
Distintas geotecnologías
Según González Aguilera, la novedad de este proyecto radica en «la integración de diferentes geotecnologías: láser escáner, fotogrametría de rango cercano, fotografía inmersiva y topografía».
Además, a estas circunstancias se suma el «especial valor y originalidad» que tiene la aplicación de estas técnicas «en condiciones ambientales muy duras de humedad, complejidad y falta de iluminación». La mezcla de esta doble vertiente es lo que según el investigador de la USAL resulta «inédito» en este campo.
A ello se suma el hecho de que estos trabajos cuenten con una doble finalidad. Por una parte, van dirigidos a «servir como alternativa» a los técnicos de Prehistoria y Arqueología, a partir de la cartografía. Por otra, además de que no descuidan la vertiente científica, tampoco olvidan al gran público y a las personas con algún tipo de discapacidad. Todas ellas podrán ‘visitar’ estas cuevas de modo virtual, ya que la mayoría se encuentran cerradas al público, teniendo en cuenta el deterioro que la presencia humana ocasiona en las obras de arte que se conservan.