Investigadores de la USAL generan entornos en tres dimensiones y multimedia del patrimonio arqueológico de Castilla y León.
Contemplar desde perspectivas imposibles las bóvedas de crucería de la catedral de Zamora, pasear por rincones escondidos de las 2.500 almenas de la muralla de Ávila o disfrutar a vista de pájaro de la Cartuja de Miraflores de Burgos podría convertirse en realidad graciasa iniciativas como la desarrollada por el Grupo de Tecnologías de la Información para la Documentación del Patrimonio de la Universidad de Salamanca (TIDOP). El equipo de investigadores, liderado por el profesor Diego González Aguilera, trabaja en la difusión del Patrimonio Arqueológico y Arquitectónico castellano leonés a través de la generación de entornos de realidad virtual con contenidos multimedia.
Las nuevas tecnologías han sido determinantes en la superación de barreras arquitectónicas, geográficas y temporales para las personas en general y, en especial, para aquellas que presentan algún tipo de discapacidad funcional. Hasta la fecha han sido muchas y variadas las actuaciones del grupo TIDOP para la eliminación de estas limitaciones. Son notables sus trabajos de reconstrucción de la muralla de Ávila o de la ermita de San Benito Abad (Navarredonda de Gredos), además de la recreación virtual en gráficos tridimensionales interactivos de la ciudad romana de Clunia y de diferentes castros vetones, lugares de interés cultural cuya ubicación en parajes de difícil acceso imposibilitan su visita.
Son numerosas sus asistencias técnicas a entidades públicas, como la Diputación y el Ayuntamiento de Ávila, en el contexto de investigaciones arqueológicas con yacimientos condicionados por razones de planeamiento urbanístico y edificación que tras el trabajo de campo serán cubiertos nuevamente. Gracias a sus técnicas de documentación digital han salvaguardado la configuración tridimensional de yacimientos como las tenerías medievales de la ciudad de Ávila o la villa romana de San Pedro del Arroyo. Las reconstrucciones digitales de estos espacios permitieron disponer a los arqueólogos e historiadores de documentación métrica para recrear y conservar virtualmente su geometría espacial, superando así la barrera temporal.
Las tecnologías fotogramétricas asociadas a las tecnologías de la información y comunicación han hecho avanzar en la superación de barreras espaciales. Una de ellas, impuesta en cada uno de nosotros a resultas de nuestra estatura, es el inamovible punto de vista con el que alcanzamos a ver las cosas. Hecho que limita en cierto modo el conocimiento y disfrute de los bienes culturales y hace que los consideremos siempre desde las mismas perspectivas. Este ‘handicap’ se ha visto paliado por actuaciones como las ejecutadas por los investigadores de la Universidad en las reconstrucciones virtuales desarrolladas al amparo de la exposición “Las dos Orillas”, conmemorativa del quinto centenario de la muerte de Cristóbal Colón, y los trabajos centrados en la ermita de Nuestra Señora de Sonsoles o en la Iglesia de San Nicolás. Trabajos que dieron fruto a productos gráficos interactivos en los que el usuario puede variar virtualmente el punto de vista situándolo a vista de pájaro y disfrutar de zonas y detalles inalcanzables a simple vista.
Las soluciones del Grupo TIDOP también han sido demandadas por administraciones obligadas a tomar severas medidas de conservación en bienes patrimoniales limitando e incluso prohibiendo el acceso a los mismos. Un ejemplo es la documentación métrica desarrollada en las cuevas del Paleolítico Asturiano de Caldas y de la Peña de Candamo, que ha permitido la recreación virtual con un alto grado de detalle de la volumetría de las paredes. Recreaciones que posteriormente han sido difundidas en publicaciones y congresos internacionales para el conocimiento de la comunidad científica.